viernes, 14 de octubre de 2011

Anulando espacios.El vals del error

www.youtube.com/watch?v=b4Uah9NhCxw


Este primer descubrimiento nos emocionó. La idea de anular algo produciendo eso mismo se nos antojaba excitante y nos llevó al recuerdo de una frase de Alys: “Máximo esfuerzo. Mínimo resultado”; puesta aquí al servicio de la ironía más pretenciosa.
Nos vino entonces la idea del proyecto que queríamos desarrollar. Imaginemos un concierto de piano, el vals del adios de Chopin, donde dos músicos se sientan uno frente al otro y tocan la melodía al unísono, en perfecta sincronía. Y ahora, imaginemos que uno de ellos tuviera el sonido de su piano alterado, de modo que la onda saliera con la polaridad invertida, sucedería que por superposición de ambas crearían silencio. Un silencio lleno de esfuerzo y de concentración, delicado en la ejecución de cada segundo.
Y sucedería también que por cada nota que alterara su frecuencia o amplitud con respecto a su vecina, aparecería, en ese silencio creado, un ruido preciso, hijo de la diferencia entre ambos músicos.

Así, con este proyecto en la cabeza, nos hemos lanzado a la experimentación.

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